Paridad de género en la educación en México: avances y desafíos

México ha logrado objetivos importantes en la paridad de género en el acceso a la educación. Actualmente, las niñas y jóvenes representan el 49% de la matrícula en educación básica y el 50% en los niveles medio superior y superior. Sin embargo, la equidad en educación va más allá del acceso; es fundamental garantizar que todas las personas, sin importar su género, tengan las mismas oportunidades para desarrollarse en cualquier campo del conocimiento.

Para consolidar a México como una potencia del siglo XXI, es crucial fortalecer la educación desde la infancia, formando niñas seguras de sí mismas y conscientes del poder transformador del aprendizaje. Sin embargo, a pesar de los avances en paridad de acceso, persisten retos significativos para erradicar estereotipos de género que limitan las elecciones académicas y profesionales.

Los prejuicios de género aún influyen en la percepción de ciertas disciplinas académicas. Las matemáticas, la ciencia y la ingeniería son algunas de ellas. Estas creencias afectan los ambientes de aprendizaje, la práctica docente y, en consecuencia, el rendimiento y la elección de carreras profesionales.

Los datos más recientes sobre la participación de mujeres en carreras STEM en México indican que, aunque ha habido avances, persisten brechas significativas. Según un informe de la Unesco, a nivel mundial, solo el 35% de las mujeres elige estudiar disciplinas STEM, mientras que en México el porcentaje es del 38%. Además, el informe PISA señala que, a los 15 años, el 28% de los niños quiere estudiar ciencias o ingenierías, en comparación con solo el 9% de las niñas mexicanas.

Esta disparidad se refleja también en el ámbito laboral. Según datos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), solo el 13% de los empleos en sectores STEM están ocupados por mujeres, a pesar de que el 38% de ellas estudian estas carreras. 

En áreas específicas, como la inteligencia artificial, la representación de la mujer es aún menor; solo el 12% de los especialistas en este campo en México.

Superar estos desafíos no solo es una cuestión de equidad, sino también una necesidad económica y social. La inclusión de más mujeres en STEM permite aprovechar el talento de toda la población y potenciar el desarrollo del país. Para ello, el nuevo Modelo Educativo impulsa una formación docente con enfoque inclusivo, utilizando estrategias didácticas que fomenten la participación equitativa de niñas y niños en todas las disciplinas.

El reto es grande, es eliminar las barreras que perpetúan la desigualdad y abrir caminos para que todas las personas puedan elegir su futuro sin limitaciones impuestas por el género. La educación es la clave para liberar el potencial de las mujeres mexicanas.

Por: Biblioteca Digital TELMEX.