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En un mundo donde cada vez más aspectos de nuestra vida se desarrollan online, la reputación digital se ha convertido en un elemento crucial que influye directamente en nuestras vidas fuera de la red.

Según, Sebastián Bortnik, especialista en seguridad informática, la reputación digital afecta a todos, no solo a figuras públicas o influencers. “Hoy en día, te googlean o te buscan en las redes para pactar una cita, para contratarte en un trabajo, y no hace falta ser famoso para que esto afecte nuestras vidas”.

La construcción de esta identidad digital comienza mucho antes de que podamos percibirlo. Cada interacción en internet, desde un "me gusta" hasta una fotografía, contribuye a moldear nuestra reputación online. Marcela Czarny, presidenta de la asociación Chicos.net, advierte sobre el fenómeno del "sharenting", en el que los padres publican fotos y detalles sobre la vida de sus hijos, lo que podría violar su derecho a la privacidad.

Los riesgos de una mala gestión de la reputación digital, van más allá de la simple superficialidad de las redes sociales. Una reputación online negativa puede dificultar la búsqueda de empleo y afectar nuestras relaciones sociales. Además, la ausencia de actividad online también puede ser perjudicial, exponiéndonos a delitos como la suplantación de identidad.

Joan Cwaik, divulgador tecnológico, destaca la importancia de ser coherentes entre nuestra presencia física y nuestra identidad virtual. La reputación online, según Cwaik, puede perdurar mucho más allá de nuestra existencia física, lo que algunos llaman "inmortalidad tecnológica". Por ello, recomienda reflexionar sobre cada interacción online, considerando su impacto a largo plazo.

Antes de publicar toma en cuenta estas consideraciones:

Reflexiona sobre el contenido que compartes y cómo podría ser interpretado por otros, tanto ahora como en el futuro.

Participa activamente en comunidades online que reflejen tus intereses y valores.

Mantén relaciones online con personas y organizaciones que compartan tus valores.

Regularmente, busca tu nombre en Google y otras plataformas para ver qué información aparece sobre ti.

En un mundo cada vez más digital, es esencial que desarrollemos una ciudadanía digital crítica y responsable. Bortnik menciona que:

“Tenemos que trabajar la dinámica de la convivencia digital y encontrar un equilibrio y un uso más sano de la tecnología”.